viernes, enero 04, 2013

Cómodo e Insensible
(2010)


Intro.
(Letra y ¿Música?: F. Pavez)

Todo lo que se va a contar a continuación no es más que la transcripción de la realidad.
No soy un escritor.
No he inventado nada.
La ficción no existe más que como un invento de los que no alcanzaron a ver todo lo que pasa.


El cianuro del día después. 
(Letra y Música: F. Pavez)

No estaría nada mal
si las ojeras que llevo fueran de pasarlo bien.
Sin maquillaje de payaso
puedo inventar risas que suelen distraer...

Pero lenta y sin devotos,
mi procesión va por dentro;
pero lento y medio roto...

No me aguanto ni a mí mismo,
quisiera ser distinto, quisiera ser mejor.
Aguántame sólo un ratito,
quisiera ser yo mismo en un día como hoy.

En un día sin sol,
en un día como hoy,
en un día sin sol...
un día después.

En un día como hoy,
en un día sin sol;
en un día como hoy,
igualito, pero un día después....

Te echaré de menos,
aunque mucho antes te había echado de más...
Te echaré de menos, pero te advierto
que no fui yo.



Aunque llueva
(Letra y Música: F. Pavez)

La ficción es un invento
de los que no alcanzan
a ver las cosas que pasan.

Ayer llovieron animales
pero no consiguieron
que me despertase.

Me quedé quietecito,
cómodo e insensible,
calentando la cuchara y al cinto bien amarrada.

Me dijiste hace años que estas cosas pasan,
aprendí sobre la marcha.
Hubo lluvia de ranas y yo andaba sin paraguas.

Me dijiste hace años que estas cosas pasan,
aprendí sobre la marcha.
No me cuentes el argumento de esa película tan mala...

que si era buena, no entendí nada.

Un tornado en ciudad lejana
arremolinó los peces que hoy caen del cielo en el patio de mi casa;
pero no se esfuercen,
no pienso levantarme, aunque llueva, aunque llueva...
o aunque la vieja esté en la concha de tu madre.

La vieja aún está nueva, refugiada en su cueva,
mi pasado no se avergüenza
del presente que un día me heredó.

La vieja aún está nueva, refugiada en su cueva,
mi pasado no se avergüenza
del futuro que un día nos negó. 

Del futuro ¿qué ha pasado?

Aunque llueva, aunque llueva,
el futuro ya ha pasado, el pasado se ha inundado, el presente ha naufragado.



Funeral del niño.
(Letra y Música: F. Pavez)

Me fui volviendo duro como la carne que cubre el codo.
No hay mujer hecha de mis costillas, ni hombre a partir del lodo.

Me fui volviendo duro, con el corazón hecho un callo
y el resto del cuerpo como si nada... o digo algo o me callo.

Me volví cómodo e insensible.
Niuna droga pudo despertarme o, mejor aún, embrutecerme.
Me volví cómodo e insensible.

Ya dentro del foso, el último puñado de tierra
marcando ritmo desordenado sobre la tapa de madera.

Yace muerto el niño, asfixiado de adultez y cansancio,
asfixiado de madurez y trabajo...

No tuve tiempo de perderme  como se pierde la gente,
no me envenené las venas con ningún veneno,
no me pegué ninguna de esas enfermedades venéreas.
No fui católico, pero me reprimí como si lo fuera.
No fui juez, pero me impuse dura condena.
No fui policía, pero me encarcelé en la celda más fría...

Me volví cómodamente insensible.


De cantador a contador
(Letra y Música: F. Pavez)

A ti, que le contaste la plata a los ricos
durante años y años
pa' que después un día cualquiera,
sin decir nada, te despidieran.

A ti, que con espíritu recto
cuadraste siempre cada peso
sin aceptar las evasiones de impuestos
que proponía la empresa.

Déjame hablarte a ti, de cantador a contador.
Déjame contarte lo que realmente cuenta.

Yo que nací en abril, época de balances,
yo que crecí entre libros contables.
Yo que te vi trasnochar aún llevo en mi memoria
esa hora en que el sol se asoma,
esas noches en que no había después,
el ritmo de número y papel saliendo de la sumadora.

No puedo reprocharte que trabajaras para el enemigo,
no puedo reprocharte, si tú me enseñaste que cualquier trabajo es digno.

Sé que nunca pensaste en esto que ahora te digo.
Es fácil hablar con la boca y repetir lo que sale en los libros.
Es fácil criticar desde una ideología y condenar al que resulta impío,
pero difícil es cumplirla cuando el estómago está vacío.

Aunque había frío, nunca sentí frío.
Aunque había hambre, nunca pasamos hambre.
Te doy las gracias, tú me enseñaste a ser un hombre.
Mientras tú trabajabas yo jugaba entre camiones.



Altiplano deprimido
(Letra y Música: F. Pavez)

                                                                 Derechos de agua,
                                                      dirigentes comerciantes.
                                        En medio del desierto vendieron
                                                           derechos ancestrales.

Quiero comer pan
hasta abutagarme
y no saber más de ná,
con agua completarme.

A ver si el pan se hincha
y me alcanza a llenar el alma.
A ver si el pan se hincha,
pa encontrar por fin la calma.

Pena de quirquincho destripao
suena en el aire del altiplano.
Pena de guanaco resecao
llora en el aire el altiplano.




Funeral del que camina supuestamente vivo
(Letra y Música: F. Pavez)

                                              No saldré a buscar verdades,
                                                             no existe ese abismo, 
                                                                  llévame vivo en ti
                                       ya que voy muerto en mi mismo...


Kompañera mía, mi amada kompañera,
en estos momentos me pregunto qué es lo peor:
¿haberse muerto en un momento de la vida
y no haberse enterao, y seguir viviendo muerto;
o irse a la mierda, actuando en consecuencia,
o sacar pasaje pa' un sitio distinto de Madrid
o Málaga o Bruselas
o Londres o Chicago o Nueva York?

Otro sitio en el que los muertos
puedan estar muertos
y dejen de sufrir esa inconsecuencia
del zombismo.

No buscaré verdades, de esas que te juntan las pestañas,
no miraré mis párpados por dentro.
No cruzaré las manos sobre el pecho
ni colgaré la ropa a secar conmigo puesto.

Se me olvida todo.

La razón de ser... ese quehacer
es asunto difícil, el otro día
me olvidé de respirar.
Creo que fue entonces que me morí,
pero tú me recordaste que había sido antes.



Cansado-masoquista
(Letra y Música: F. Pavez)

Levantarse. Ducharse. Afeitarse. Anudar la corbata. Disimular las ojeras. Dibujarse la sonrisa. Echar leche a la tripa. Beso de despedida. Colgarse a una micro y bajarse a codazo limpio. Marcar tarjeta. Ponerse la buena cara. Aguantar la mañana y almorzar a la rápida. Ponerle el hombro a la tarde y marcar tarjeta. Todo pa' que a la vuelta...

Camines por la misma calle, 
tropieces con los mismos baches,
llave en la cerradura
y sin beso de bienvenida...
Camines por la misma calle
tropieces con los mismos bares,
el pasillo aún a oscuras,
la ampolleta sigue fundida...

La casa sola. Los platos sucios. Las plantas secas. La vista a través de las ventanas a los edificios, que son nichos donde descansan los vivos.

Jugar a las tacitas con uno mismo.
Tomarse un tecito o un café frío.
Darle comida al refri vacío.
Regar las plantas una vez al mes.
Salir al balcón aguantando el frío
y mirando la niebla soñar cada tarde
en lo lindo que sería saltar desde este piso.

Y encender un cigarro pa' fumar en el suelo
con la mandíbula rota y mirando el cielo.
Y encender un cigarro pa' fumar en el suelo,
y rodeado de mirones irse muriendo...


                                         y cagarse en dios.


Transplante de alma
(Letra y Música: F. Pavez)

Me dejaste la tuya cuando la mía había empeñado pactando con el diablo.
Tuviste paciencia, me quisiste demasiado,
me diste la tuya, yo ya estaba condenado.

No quise fama ni fortuna,
estaba muerto, pero acepté la tuya.

Por menos del precio de caballo cortado,
en un callejón firmé contrato,
dije que nunca más y te arrastré conmigo.

Y ahora tú vagas por mis mismos laberintos.
No nos encontramos, tú conmigo y yo sinmigo,
malo fue el negocio que hicimos...
mal negocio hiciste al regalarme tanto,
al regalarme tanto...

La primera te la damos, la segunda la cobramos...
las venas en mis brazos se ríen de tus abrazos.

Debías irte antes, el tren se ha marchado,
y en los brazos sólo quedan los pinchazos.



Fotos viejas
(Letra y Música: F. Pavez)

Qué feliz te veías
en aquellas fotos de antes
¿Era yo ese que salía
a tu lado, con ganas de besarte?

Qué feliz te veías
en aquellas fotos de antes,
donde casi no advertía
lo que presiente el presente desenlace.

Hay que ver cómo hemos cambiado,
yo ya casi lo había olvidado,
¿te acuerdas de lo que me reía?,
¿había motivos o tan sólo posamos?

o tan sólo posamos...

¿Te acuerdas si lloré
cuando cerraste la puerta
y sólo me dejaste un montón de fotos viejas?
Mientras corrías se te cayó (y calló) la sonrisa.
Ibas tan deprisa

que no volviste por ella.

Hay que ver cómo hemos cambiado,
era yo el del retrato velado,
ese mismo que fue un día
el motivo de tu risa y tu llanto.

Y hay que ver cómo hemos cambiado,
el pasado se ha quedado
rodeado de alegrías
que hoy son fotos viejas en aquel álbum...

que nunca terminamos.



Pena
(Letra y Música: F. Pavez)

Asumidos los errores,
olvidada tu mirada,
indiferente a mi alegría
hoy emprendo la partida.

Si es que tú no me querías
no debías de haberme hecho esto,
yo no sé si escapar sea realmente lo correcto;
pero me voy...
me voy a quedar aquí...
hasta lograr poder
ser indiferente a ti.

A tu presencia.
A tu ausencia.
A tu risa que resbala despierta.
A la voz que se arrastra por tu boca.
Al color de tu alegría.
Al dolor de tu llanto.
Al calor de tu cuerpo. 
Al temblor de tus manos.

A tus ojitos de perrito con pena.

Pe(rr)a



Me odio amargamente
(Letra y Música: F. Pavez)

No he hecho nada grave
y quizás sea por eso
que me odio tan amargamente.

Caminar tropezando en atardeceres violáceos,
verse la cara en las puertas del metro.

Tragar saliva, apretar los dientes.
Seguir adelante con la vena marcada en las sienes.
No soy culpable de nada
y quizás sea por eso que me odio amargamente.

Hacerle el quite al trabajo, morir pa' ganarse la vida,
caminar sobre los mismos pasos día tras día...
Mi saliva es tan amarga que si te escupo en la cara
puede ser que te la desfigure.

Tragar saliva, apretar los dientes.
Seguir adelante con las venas marcadas en las sienes.
Voy tan ácido que podría
aliñar tu ensalada tan sólo con mirarla.

No me mires a la cara,
la gracia puede salirte cara.
No me mires a la cara,
no vaya a ser que se te borre esa estúpida sonrisa.


Párpado de pescado (el dulce cebo del odio)
(Letra y Música: F. Pavez)

                                                                      ... los pescados
                                                                          no tienen párpados

Puede ser que tenga motivos de sobra
para odiarme amargamente,
pero me sobran los motivos para odiar antes a otros.

Puede ser que perdiera el ingenio
en algún callejón, comprando veneno;
pero si es necesario buscarlo de nuevo,
en el Mercado Persa seguro lo encuentro.

No estuve libre de pecado,
me enorgullece mencionarlo,
pero aunque no tiré ninguna piedra
me hicieron cagar a palos.

Todavía tengo un párpado,
que se descama de tanto en tanto,
pa' recordarme tus artefactos disuasivos
de un primero de mayo hace años.

Puede ser que no sea nada
de lo que parece,
puede ser que nada
sea como parece,
puede ser que nada.

Puede ser que me haya vuelto
experto en hacerme el desentendido,
para odiarme amargamente
es que me sobran los motivos.

Bastó con probar tu sangre
pa’ cebarme haciendo daño.
Si mi odio me volvió un lobo,
cuida bien de tu rebaño.

Hay tanto hijoputa dando razones
pa' sacarle los interiores,
pa' que les partan la cabeza,
pa' dibujar con tiza su silueta...
y jugar al luche.




Frutos de la estación
(Letra y Música: F. Pavez)

Esa mañana, bien temprano,
de su pesadilla despertó el árbol.
Colgaba un fruto nuevo de sus ramas
y no era la temporada:

primavera era.

De color morado y no era arándano,
de pellejo peludo y no era durazno.
Con el cuero arrugado sin ser higo,
no me creerías si te digo

lo raro del fruto de aquel árbol.

No esperaron a que cayera de maduro,
no creyeron que fuera flor de primavera.
Hoja no era, de eso estaban seguros,
no esperaron al otoño para que cayera.

No esperaron a que, solo,
por segunda vez cayera.

Tuvieron que bajarlo los carabineros,
con livideces en el cuello.
Una vez en el suelo,
le pidieron los documentos,

y al ver que el fruto no respondía, ni ofrecía
más que un profundo olor a carne humana revenida,
perdieron la paciencia los dos policías,
lo dejaron en el suelo y se largaron maldiciendo:

 “La fruta madura siempre tiene ese instinto del suicida”.



El día en que no desperté
(Letra y Música: F. Pavez)

De lejos escuché que tanto agite
no vino bien.
Hubo luces que no me movieron las pupilas
y gente que lloró, aún no sé bien porqué.

En un sueño de droga y venenos,
también de remedios que no me mejoraron,
mi sangre se arrancó de las venas,
mi cerebro se botó a huelga.

Y ahora los botánicos vienen a verme,
me he vuelto vegetal
y tierno como un brote que no despierta.

Mi vida se quedó pegada a un monitor
que de tanto en tanto marca una corchea.

Y no sé porqué
ningún saco de weas
(paramédico, doctor o enfermera)
se atreve a desenchufar de una puta vez
esta máquina de mierda.

Déjenme dormir, no quiero despertarme,
aunque ya pasó el temblor.
No quiero que el espejo me duela.

Déjenme dormir tranquilo,
no pongan la música tan fuerte,
déjenme cerrar
el ataúd por dentro.



En la tibieza de mis huevos
(Letra y Música: F. Pavez)

Ya te lo dije,
no pienso levantarme.
Me quedo empollando
en la tibieza de mis huevos.

No voy a asearme,
¿qué sentido tiene?,
si de un momento a otro
puedo romper el cascarón.

Y salir nuevo,
y quererme un poco.

Déjame esperar echado sobre mis huevos
que tibiecitos guardan esperanzas de cascarón.
No voy a levantarme, ¿qué sentido tiene?
Ninguna de tus pastillas fueron suficientes

pa' empezar de nuevo,
pa' quererme un poco.

Déjame que me muera aquí echado,
cómodamente en la tibieza de mis huevos.

No me siento culpable,
y si me siento mal
puedo enchuecarme la columna vertebral.

Ya no me siento mal,
muy bien sentado estoy,
en la tibieza de mis huevos.



Espera y verás
(Letra y Música: F. Pavez)

Algunos buitres vestidos de-sastres
me quisieron vender
sombras que no eran de mi talla.

Cuando marcó las tres,
y cantando sin parar,
el pájaro de mi reloj cucú
quiso recomendarme su psiquiatra.

Los finales felices no existen,
las películas terminan siempre antes del final.
Espera y verás, espera y verás.

Después vendrán los platos rotos,
la leche derramada, los sauces llorones...
Al final del callejón siempre hay una farola rota
donde acechan curas
ofreciendo extremas unciones.

Los finales felices no existen,
la felicidad camina lento, siempre se queda atrás.
Espera y verás, espera y verás.

No quiero ser aguafiestas,
pero esta fiesta está muy seca...











EM alegría,
AM alegría,
EM alegría estuvo B-empre en Em...

Y B7 vidas no alcanzan
pa' kitarle el frío al alma
le pongo un G.











"Cómodo e Insensible" (2010) by F.P.R. se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0



Descarga el disco ¡Pinchando AQUÍ!





No hay comentarios.: